La verdad es que improvisar no suele salir bien. Casi nunca. Podemos tener
suerte un día y superar un trámite de forma adecuada, pero te podemos
asegurar que recurrir siempre a la inseguridad de hacer las cosas de forma
precipitada no suele dar buenos resultados. Por eso hay que programarlo todo
con antelación, porque además de evitarnos disgustos haremos las cosas
como se deben hacer.
Todo lo que acabamos de decir tiene una aplicación aún más evidente cuando
se trata de confeccionar la boda soñada y perfecta. Este tipo de eventos se
compone de tantas circunstancias minúsculas que hemos de tener en cuenta
que obviarlas no será la mejor manera de que ese día las cosas salgan como
deben. Por eso lo más práctico para no dejarnos nada en el tintero es
programarlo todo para que no nos falle la empresa textil, la limusina, la
floristería, pasando por restaurantes, hoteles, empresas de viajes, etc.
Pongamos como ejemplo de lo que estamos diciendo el textil de una boda. Si
hemos contratado un restaurante no es un trámite obligado, pero si queremos
una carpa el que acudamos a sitios como http://www.resuntex.es pasa de
recomendable a obligatorio, porque si queremos vestir desde sillas a mesas
hemos de poder hacerlo con la máxima de las calidades. Y si atendemos a esta
cuestión entonces sí que entenderemos por qué mucha gente consigue la boda
perfecta: porque invierten en ella todas sus energías.
Puede parecerte que la cosa no es para tanto, pero eso es seguramente
porque no has pasado por este trance con anterioridad. Y en este día tan
señalado queremos que todo salga perfecto, naturalmente que sí. Al menos lo
que está en nuestra mano, porque si luego llueve o hace un día de frío no
podemos evitarlo, pero sí que podemos anular todas las cosas que pueden
salir mal.
La programación de las actividades cobra aún más importancia si tus amigos
van a participar en las lecturas o en la elección de los adornos, por ejemplo.
Cuando mayor hagamos el grupo más probable es que algo salga mal si
improvisamos, por eso es esencial que reunamos a aquellos que son partícipes
de la preparación de la ceremonia y convengamos con ellos los puntos a
seguir. Un café y una charla relajada pueden ser la mejor manera de llevar esta
cuestión a buen puerto.
De lo que se trata es de no incurrir en errores que se pueden evitar con un
poco de previsión. Por eso y para que en ese día tan especial no salga nada
mal, pero absolutamente nada, te recomendamos que tengas todos los detalles
en cuenta, hasta el textil (como en el ejemplo que te hemos puesto). Al finalizar
la jornada no te arrepentirás de haber actuado así.
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